Juegos y conductas

7 de abril de 2010

Conocer los hitos del desarrollo emocional es fundamental para desarrollar en los niños las habilidades cuando corresponde, ni antes ni después.

La escritora y psicóloga Neva Milicic sostiene que en la edad preescolar conviene estimular habilidades a través de enseñanza directa, por ejemplo:
• Contando cuentos.
• Enseñando a decir “buenas tardes”, “por favor”…
• Señalando claramente qué cosas producen daño a los demás y, por lo tanto, no deben hacerse.

En la etapa escolar el niño tiene una mayor perspectiva de su entorno por lo que conviene trabajar la manera de entrenar sus emociones mediante:
• Aprendizaje por descubrimiento.
• Juegos de simulación de roles.

Lo primero es jugar a que los niños resuelvan situaciones difíciles como a ellos les parezca que es mejor, argumentando los por qué. Otra alternativa es elegir un rol, como por ejemplo, el atento, el peleador u otro, y jugar en secreto esos roles, para que luego los participantes adivinen qué rol desempeñaba cada uno.

Hay que tener en cuenta que…
* El aprendizaje más importante es por “modelaje”, ya que así se adquiere el 80% de la conducta.
* Los niños aprenden las palabras con las palabras que le hablan sus padres y maestros, así como la forma en que los tratan.
* La clave está en predicar con el ejemplo y trabajar en la educación de las emociones de los hijos y alumnos, así serán niños más seguros de sí mismos, más sociables, felices, considerados y armoniosos.

¡Lo que los padres NO deben hacer!

6 de abril de 2010

• Ignorar los sentimientos de los niños, pensando que sus problemas son triviales y absurdos.
• Castigar a los niños cuando sienten emociones negativas. Deben respetarlos y ayudarlos a expresarlas adecuadamente.
• Menospreciar o no respetar los sentimientos de los niños, como prohibiéndoles que se enfaden y siendo severos si se irritan.

Los amigos y la inteligencia emocional

* Según los especialistas, los niños que desde pequeños tienen amigos desarrollan significativamente la inteligencia emocional.
* Aprenden a comunicarse y son capaces de comprender a los otros a través de un procesamiento casi intuitivo de las claves no verbales de la comunicación.
* Son capaces de percibir los estados de ánimo de otros, captar sus motivaciones y reaccionar en forma empática a los sentimientos de los demás.
* Es conveniente, por lo tanto, que los padres reconozcan ante sus hijos las actitudes colaboradoras.
* Que valoren en forma explícita los gestos de amistad en otras personas o en películas, por ejemplo.
* También es recomendable contar cuentos o recordar amigos de la infancia de los papás, para que le hagan sentir que en la familia se aprecia la amistad.





En base al éxito de Goleman, Shapiro en su libro “La inteligencia emocional de los niños”, destaca la necesidad de reforzar determinadas capacidades emocionales de los pequeños.

Según la autora Neva Milicic, estas capacidades son:
• El autoconocimiento de sus emociones.
• Fomentar la reflexión sobre sus intereses y gustos.
• Autorregulación de conductas e impulsos.
• Motivación y entusiasmo en la consecución de metas.

Inteligencia emocional: ¿nace o se hace?

  • En la actualidad, los especialistas coinciden en plantear que la inteligencia emocional no se establece al nacer, sino que se puede desarrollar, entrenar y fortalecer a través de las experiencias de la infancia.
  • Las capacidades intelectuales y emocionales se relacionan con la cantidad y forma en que se producen conexiones neuronales en el cerebro.
  • El número y calidad de estas conexiones no dependen de manera exclusiva del componente genético de una persona sino fundamentalmente de la interacción que ésta tenga con el medio.
  • Por eso es tan importante que los niños sean estimulados desde pequeños, ya que se sostiene que a partir de los diez años de edad el cerebro elimina las conexiones más débiles, conservando aquellas que han sido fortalecidas a través de la experiencia.


La educación debe aportar elementos que favorezcan las aptitudes emocionales como son la creatividad, el optimismo, la perseverancia y el autodominio, entre otras.
Los padres que manifiestan la ternura y el amor, generan en sus hijos efectos muy positivos:

  • En lo cognitivo, estos serán alumnos más eficaces, con mayor concentración y con menores interferencias afectivas.
  • En el plano social, causarán una mejor impresión, serán más hábiles para relacionarse y, por lo general, más populares.
  • Según los especialistas, biológicamente -incluso- pueden presentar niveles más bajos de hormonas de estrés.
  • El experto norteamericano en terapias infantiles Lawrence E. Shapiro, recomienda a los padres darse el tiempo para jugar con sus hijos pequeños dejando de lado las típicas instrucciones, para que compartan momentos libres de juicios y presiones.

Recurramos a la inteligencia emocional


La revolucionaria teoría de Daniel Goleman, doctor en filosofía de la Universidad de Harvard, sostiene que el CI tiene sólo un 20% de influencia en el éxito escolar, mientras que el 80% restante radicaría fundamentalmente en habilidades emocionales y otros factores circunstanciales.

¿Qué se debe enseñar a los hijos?
• A entablar amistades y conservarlas.
• A trabajar en grupo.
• A soportar las burlas.
• A respetar los derechos de los demás.
• A motivarse cuando las cosas se ponen difíciles.
• A tolerar las frustraciones y aprender de ellas.
• A superar sentimientos negativos, como la ira y el rencor.
• A tener una autoestima elevada.

Actividad: El semáforo

5 de abril de 2010

Actividad didáctica para trabajar la Inteligencia Emocional con niños de 5 años.

Sentamos a los niños en círculo y les entregamos a cada uno un globo rojo, otro amarillo y otro verde.

Comenzamos una charla con los niños sobre sus rabietas: cómo reaccionan cuando se enfadan y por qué y si consiguen algo así.

Les decimos que lo mejor que podemos hacer cuando nos enfadamos, en lugar de patalear, es explicar qué es lo que queremos y por qué.

Vamos a ponerles situaciones que puedan provocarles enfado (por ejemplo, que quieran algo y no se lo compren, que quieran jugar con un juguete con el que está jugando otro niño...) y a preguntar cómo reaccionan ellos en esos casos.

Pedimos a un niño que responda a una situación. El resto de los alumnos deberán valorar su reacción en función de si se ha parado a pensar e intenta razonar (en este caso irán mostrando el globo verde), si dice algo que indique que se empieza a enfadar (debemos complicarle el caso para que reaccione), en este caso, los alumnos deberán mostrar los globos amarillos de precaución, como les habremos indicado previamente), o si dicen que grita o patalea o llora hasta que consigue los que quiere (en este caso los alumnos enseñarán el globo rojo de stop, y diremos entre todos cómo deberíamos intentar reaccionar en esos casos).

Aprendiendo a ser padres

4 de abril de 2010





Programa de Eduard Punset emitido el domingo 17 de mayo de 2009. De su blog: "Hace muy pocos años, nadie pensaba que lo que les pasaba a los niños influiría en cómo se comportarían cuando fueran adultos. Nadie veía esta relación misteriosa entre la infancia y el comportamiento de los adultos. Lo que hemos descubierto -y esto todavía no se sabe en la calle de manera suficiente- es que, una gestión deficiente, privada de cariño y de inteligencia, de las emociones de un niño, en edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento de este niño cuando es adulto. Por ello, este domingo hablaremos en Redes con Jay Belsky, psicólogo de la Universidad de Londres y uno de los mejores especialistas del mundo sobre psicología familiar, para que nos enseñe a ser mejores padres".

La educación emocional en el colegio

La educación emocional en el colegio

"El colegio, también debería ser un agente de educación emocional en los niños.
Sin embargo, en la mayoría de los casos no ocurre así.
"El principal responsable de la falta de educación emocional en la escuela es el desgaste emocional de los profesores", acusa la doctora Céspedes.

El peor educador emocional en la escuela es el profesor deprimido o la falta de conocimiento de sicología del desarrollo.
Se entiende que el niño va a aprender conocimiento y cultura y eso es un error garrafal, porque el niño va a aprender como persona, y el colegio debe intervenir en lo emocional.

Algunos consejos:
Escuchar a través del comportamiento:
El lenguaje corporal nos puede proporcionar una valiosa información sobre sentimientos y conductas que el niño no sabe o no quiere comunicar verbalmente, lo que nos supone una fuente de información sobre posibles problemas.
A veces, cuando el niño empieza a actuar de una forma distinta, es posible que no se trate de una nueva etapa de su desarrollo sino de que nos intente comunicar algo.

Definir sentimientos:
Con niños pequeños, la mejor es ayudarle a definir sus emociones.
E1 proceso de enseñar a un niño a identificar y expresar sus sentimientos supone años y mucha insistencia. Pero habrá muchas oportunidades para ayudarle a interpretarlos. A medida que se vaya haciendo mayor, se debe empezar a ser una especie de detective en lugar de dar la definición solamente: «Parece que te preocupa algo. ¿Qué crees que es?»

Tiempo para escuchar:
Es esencial dedicar un tiempo diario si se quiere conseguir una buena comunicación y se ha de mantener la totalidad de los sentidos en ella.
También es esencial para el niño tener la oportunidad de hablar con el padre y la madre individualmente.
Se debe permitir a los niños que cuenten sus experiencias cotidianas y sus sentimientos a sus padres, que se sientan libres para darles detalles de lo que les está ocurriendo día a día.
La comunicación no es sólo una cuestión de calidad, sino también de cantidad. Este es un punto extremadamente importante y nunca se hará bastante hincapié en ello.
Una gran conversación nunca compensará años de silencio.
Los siguientes pasos pueden ayudar a mantener una comunicación con el niño, tanto en calidad, como en cantidad:

• Comunicarse regularmente.
• Mantener citas para hablar.
• Prestar la máxima atención.
• Iniciar la conversación.
• Mantener la conversación.
• Evitar los discursos.
• Utilizar preguntas
• Tratar de que el niño refleje lo que está haciendo
• El escuchar activamente
• Hacer saber al niño que se aprecia su esfuerzo por compartir.